Tema: Santidad Sexual

Sub-tema: Tu sexualidad inmoral, te lleva a delinquir en el pecado.

1ra. Tesalonicenses 4:4-7 Versión reina Valera 1960

“Que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor; no en pasión de conscupiciencia, como los gentiles que no conocen a Dios; que ninguno agravie ni engañe en nada en su hermano; porque el Señor es vengador de todo esto, como ya os hemos dicho y testificado. Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación”

La sexualidad es uno de los temas más prohibidos dentro de la iglesia de Jesucristo, por lo general, es considerado un tabú. Sin embargo, este tema, debería contar con la atención de los cristianos, ya que es de suma importancia. Se debe hablar a la congregación, con seriedad y respeto, acerca de convertir el acto sexual que debe ser un acto puro entre esposo y esposa, en la mala práctica del descontrol y el vicio.


La sexualidad sin control del creyente está creciendo negativamente, ya que Satanás está usando esta arma para tergiversar y confundir a los creyentes. Satanás ha distorsionado el propósito y diseño original del acto sexual entre el hombre y mujer; el acto sexual solo es permitido dentro del matrimonio (Éxodo 20:14). Pero Satanás, desde la fundación del mundo, ha desarrollado un plan estratégico y malicioso, con la intención de destruir al hombre y llevarlo al acto de la fornicación y adulterio (1 Corintios 6:9-10) y desobedecer; revelarse contra las leyes establecidas por Dios.

La intimida sexual se reserva para la relación matrimonial y es aprobada por Dios (Génesis 2:24)
•Levítico 18:20
•1 Tesalonicense 4:3
•Efesios 4:19
•Deuteronomio. 5:18
•1ra. Corintio 6:19
•1ra Pedro 4:3


Satanás, como príncipe de este mundo maligno y nefasto, ha utilizado su maldad y sus actos desafiantes, para hacer al hombre alejarse de Dios y transgredir contra el reino de los cielos. El hombre y la mujer creyente han sido cautivados por los deseos sexuales depravados, incitados por Satanás y su influencia en las mentes de los creyentes, Juan 10:10 dice: “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir;” Satanás, con su astucia, ha desarrollado una industria cinematográfica a través de hombres inescrupulosos que están al servicio del reino de las tinieblas. Han desarrollado una industria que produce anualmente más de 10 billones de dólares, según estadísticas. Cada segundo un estimado de 28.25 de hombres y mujeres visitan alguna página pornográfica con la intención de satisfacer sus deseos sexuales.


El pueblo cristiano se ha llenado de perversiones sexuales, fantasías y lujurias; que los lleva a alejarse de las misericordias, afectando la comunión íntima con Dios. El deseo descontrolado sexual ha llegado a ser una bomba atómica contra la Iglesia de Jesucristo, en pleno siglo 21. Existen millones de personas influenciadas por esta práctica sexual; hombres, mujeres y aún creyentes, batallando con la adicción al sexo, luchan día a día con sus pecados sexuales. Hombres y mujeres que no se atreven hablar de su adicción o pecado que los tiene esclavos y atados. ¿Por qué? Por el temor y la vergüenza que les produce; temen ser juzgados y criticados dentro de la sociedad y pueblo cristiano. Y más aún, cuando eres un hombre o mujer creyente, callas tu pecado y no lo hablas con los pastores y líderes de tu iglesia, o no buscas ayuda profesional. Hoy en día las iglesias están llenas de muchas ovejas, pero las ovejas están hambrientas y sedientas. Las iglesias se conforman con ver las bancas llenas de miembros; las iglesias están entretenidas en ministerios de danzas, pantomimas y otros ministerios que no aportan y mucho menos edifican al pueblo. Muchos de los problemas se le pueden atribuir a las enseñanzas mal impartidas. Son muchos predicadores enseñando y predicando muchos errores, influyéndole al pueblo que lo que dice:


2 Corintios 5:17: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.”


Si creemos que Cristo Jesús las hizo nuevas y aún mejores, cuando venimos a los pies de Jesucristo y nos rendimos a Él, confesamos todos nuestros pecados y transgresiones, Él nos limpia de todo pecado y todas las cosas son hechas nuevas. En ese mismo momento, el Espíritu Santo comienza un proceso en todo aquel que acepta a Jesucristo como su único Salvador. El creyente no obtiene la santidad de la noche a la mañana; somos llenos del Espíritu Santo, estamos bajo su dominio y gobernados por él. Nos adentramos en un proceso de sometimiento, búsqueda, ayuno, oración y disciplina, aprendemos a ser obedientes.
En el mundo secular y dentro de las iglesias existen personas con un pasado sexual de mucha oscuridad. Fueron dominados por sus pasiones sexuales, que los llevaron a practicar el pecado de la fornicación, adulterio y orgías, actos que mantienen al hombre y la mujer esclavizados y atormentados. De otra parte, también podemos mencionar la práctica de la homosexualidad (Levítico 18:22) que ha ido creciendo, entre hombres, mujeres y nuestros jóvenes, aceptada y apoyada por los gobiernos mundiales.
La sexualidad desenfrenada está destruyendo familias enteras, a matrimonios y a nuestros hijos adolescentes. Se han llenado de películas pornográficas que les producen las más sucias y putrefactas fantasías, y detrás de todo esto encontramos a Satanás y sus millones de secuaces, influyendo y con todas las mentes cautivas en los deseos sexuales. Veamos el significado de pornografía.


¿Qué es pornografía?

•Es una costumbre aprendida que da la ilusión de placer sexual, al realizar actos sexuales contrarios al orden físico, moral y natural establecido por Dios. Estos actos aprendidos de la pornografía tienen como intención degradar la conciencia, cargar con culpabilidad, dañar tu propia imagen, hacerte adicto a sentir placer solamente con estímulos visuales/auditivos de índole pornográfico. Es muy alto el índice de infidelidad en las esposas que han sido obligadas a ver pornografía; y es que sus propios maridos (influenciados por Satanás) las encadenaron a pensamientos de sensualidad exagerados y finalmente, a buscar “afuera” el placer que ya ni sus propios maridos les pueden dar, y de hecho, nunca más alguien les podrá dar.

•El término pornografía se refiere a todos aquellos materiales, imágenes o reproducciones que representan actos sexuales con el fin de provocar la excitación sexual del hombre o mujer. El término pornografía procede de las palabras griegas (porne, prostituta)

Por otro lado, su existencia provoca un fuerte rechazo en determinadas culturas o sectores conservadores de la sociedad. En contra de la pornografía se argumenta que:

1.Puede convertirse en un vicio adictivo para el hombre o mujer.
2.Es degradante para la mujer.
3.La mujer es utilizada con fines comerciales.
4.La pornografía explota el cuerpo de la mujer.
5.Induce a personas sin criterio formado a visualizar como objeto al sexo opuesto.
6.Desvirtúa el acto sexual como la máxima manifestación del amor.
7.Siendo una manifestación de angustia sexual, causada por la represión social, desvirtuaría el acto de todo erotismo en la cotidianidad de la vida en pareja, acarreando así la insatisfacción y el deseo por nuevas experiencias.
8.Es mala para el empresario que gana su dinero de esa forma.
9.Es mala para la sociedad.
10.La pornografía va camino de convertirse en una plaga.
11.No hay un final del túnel, no tocaremos fondo.
12.La pornografía destruye la relación con Dios y te lleva a la muerte. (Romanos 6:23)


Otros versículos que nos demuestran que el adulterio, la fornicación, la homosexualidad, la sensualidad, la impureza y las pasiones degradantes se consideran serios pecados delante de los ojos de Dios.

•Romanos 1:24-32; 1 Corintios 6:9-10; Gálatas 5:19-21; Efesios 4:22.


El creyente debe comprender que dejarse dominar por el deseo carnal y la pornografía pone en riesgo su integridad, su relación con Dios y su salvación. NO vale la pena arriesgar tanto por tan poco. Dios nos quiere en santidad, como dice 1ra Pedro “porque escrito esta: Sed santos, porque yo soy santo” alejados del pecado, resistiendo toda tentación del enemigo. El enemigo está al acecho y utiliza esta debilidad natural del hombre y la mujer para arrebatarlos de la presencia de Dios. El cristiano debe ser firme en su propósito de agradar a Dios en todo momento.


Dios le bendiga, grandemente.
Jaime Almestica
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