Como ya es de nuestro conocimiento en todas las religiones que existen en todo el mundo, solamente el cristianismo cree y requiere un Maestro sobrenatural como lo es El Espíritu Santo. No existe ninguna preparación humana que pueda doctrinarnos y capacitarnos en conocer y comprender la verdad de lo que es Dios en nuestras vidas y la relación que El Dios Padre desea mantener con su mayor creación la cual es el ser humano. Tenemos al Espíritu Santo como maestro, es un privilegio contar con la tercera persona de la Trinidad. Juan 15:26 Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviare del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, el dará testimonio acerca de mí.
La Palabra de Dios nuestra mayor inspiración
La Biblia como nuestra guía infalible (manual)en nuestro diario caminar, la cual fue inspirada por El Espíritu Santo, en el Nuevo Testamento la inspiración ciertamente fue una gran parte en cuanto a la promesa del Mesías, acerca de la venida del Espíritu Santo. Juan 14:26 & Hechos 1:4-5.
Regeneración (Dar nuevo ser, restablecer o mejorar algo que se degenero).
El hombre con su incredulidad e ignorancia espiritual (2nd. Corintios 4:3-4 & Efesios 4:18). Esta condición en el hombre se le puede describir como ciegos, necios y entenebrecidos. No se ve esta condición solo como una falta de conocimiento, sino como una incapacidad natural de apreciar, comprender y recibir la verdad.
La obra del Espíritu en la regeneración consiste en otorgarles a los elegidos un conocimiento verdadero de los asuntos espirituales (Colosenses 3:10; 1ra. Corintios 1:23-24)
El Apóstol Pablo compara el nuevo nacimiento con la creación de la luz (2nd. Corintios 4:6); los creyentes hemos sido llamados de las tinieblas a la luz (1ra. Pedro 2:9). Todo creyente ha sido ensañado por Dios como dice (Juan 6:45).
Una Vida Cristiana
La unción misma capacita y enseña a los creyentes algo que no podemos aprender de los hombres (1 Juan 2:20,27 & 2nd. Corintios 1:21). La unción es la comunicación del Espíritu con el hombre, atraves del Espíritu y su dirección es que podemos tener una vida de cristianos, venciendo todo ataque del enemigo, las tentaciones que ofrece este mundo. Somos capacitados, fortalecidos y nuestro entendimiento es abierto a entender y comprender las Sagradas Escrituras, nuestra mente es iluminada. Tenemos la promesa de parte de Jesucristo que no nos dejaría solo que El enviara al Consolador (Juan 15:26).
Ejemplo:
• Los Apóstoles caminaron y estuvieron con Cristo Jesús en todo momento y en muchos de los casos no entendían el propósito de su muerte y su ministerio terrenal.
• Fueron guiados por el Espíritu Santo a escribir el Nuevo Testamento y les fue dada el don de la profecía.
El Espíritu Santo nos guía a conocer la voluntad de Dios y el propósito de nuestra estadía en la tierra (Romanos 8:14 & Proverbios 3:5-6)
El Glorifica a Cristo
El Espíritu Santo nos enseña el propósito de darle la Gloria a Cristo, y lo hace precioso para nosotros lo que le hemos aceptado como nuestro único salvador (1ra Pedro 2:7). Es muy importante saber que El Espíritu Santo no nos llama a que le adoremos a Él (aunque es objeto de la adoración), en todo momento nos incita y guía a que adoremos a Cristo Jesús, en todas las enseñanzas Él muestra la verdad que anteriormente enseño Cristo como el gran Maestro (Rabí), atraves de todo el Nuevo testamento podemos ver las semillas de la verdadera doctrina.
Nos Cuida y Protege
El creyente tiene seguridad en Cristo Jesús, porque Él Espíritu Santo nos protege de todo ataque del enemigo, peligros, nos da discernimiento, para no caer en tentaciones por parte de este mundo perverso y su príncipe que la única intención es destruir al pueblo de Dios como dice (Juan 10:10). El creyente permanece en el Salvador porque estamos capacitados por Él Espíritu Santo.
• Enseña al creyente la importancia de la santidad en Cristo.
• Nos revela la grandeza de su herencia y las maravillas del amor, misericordia, fidelidad, gracia, bondad y el poder manifestado en su salvación mediante su Hijo. (1ra Corintios 2:9-16; Efesios 1:15-19; 3:14-19).
Es nuestro deber como cristianos de estudiar y escudriñar las Sagradas Escrituras, tener un tiempo a solas con El Espíritu Santo para que cada día nos llene más de su presencia.
Por: Jaime Almestica
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