Hay por lo menos tres formas en que la oración puede ayudarnos a reparar o salvar nuestro matrimonio si está en peligro:
A. La oración nos anima a someternos el uno al otro. Cuando oramos a Dios en forma sincera, estamos sometiéndonos a su voluntad. La oración nos lleva a una actitud más humilde. Estas acciones y actitudes que son parte de la oración también son muy importantes en el matrimonio. Con más oración, vamos a poder incorporar estas actitudes en forma más fácil en la relación con el cónyuge.
B. Cuando oramos a Dios, reflexionamos en su amor por nosotros. El nos ama con un amor incondicional y nos motiva a expresar lo mismo a otras personas alrededor de nosotros. Cuando pasamos tiempo de calidad en la oración, él puede ayudarnos a expresar el amor incondicional a nuestro esposo (a). Cuando logramos expresar un amor verdadero el uno al otro, las condiciones de nuestro matrimonio mejoran también.
C. Dios dice que él está presente cuando 2 o 3 personas oran juntos en su nombre. La oración como pareja y como familia es tan importante porque así vemos la presencia del Señor en nuestras vidas. Para la pareja que está luchando en su relación, es precisamente lo que necesitan. Dios responde a nuestras oraciones, y también de alguna forma, unifica a las personas que están orando juntos. Así podemos experimentar una unión especial con Dios y con nuestra pareja cuando pasamos tiempo orando juntos.
La oración debe ser practicada como una parte importante de nuestras vidas diarias. Debemos de orar regularmente por nuestro matrimonio y con nuestro esposo(a). En un mundo lleno de distracciones y con nuestra carnalidad tan egoísta, la oración es una de las pocas herramientas útiles para desarrollar nuestra relación con nuestro cónyuge y para hablar con el “creador de la institución del matrimonio”, Dios.
No comments:
Post a Comment