Pregunta: ¿Cuál es el propósito de las pruebas?

Respuesta: (a) Las pruebas nos purifican

Cuando el oro es purificado, se necesita ponerlo en el horno a temperaturas muy altas. Unicamente de esa manera pueden las impurezas del oro salir a la superficie para ser descubiertas y eliminadas. Algunas veces se necesita la aplicación de grandes presiones y temperaturas altas a nuestra vidas para revelar los pensamientos impuros, motivos y acciones. A medida que esas impurezas suben a la superficie, es entonces que tenemos la oportunidad de confesarlas y arrepentirnos delante de Dios. Luego El nos limpia de toda injusticia (1 Juan 1:9), en el proceso de nuestra purificación y preparación para hacer la voluntad divina (1 P 4:1-3).
(b) Las pruebas nos enseñan dependencia y humildad.

La humanidad no camina por la senda de Dios automáticamente; por el contrario, usualmente es todo lo opuesto (Is 55:8). Las pruebas muchas veces revelan el error de nuestros propios caminos, dirigiéndonos hacia el lugar de una dependencia mayor en Dios. A medida que nos humillamos ante El, procuramos buscar sus caminos con más diligencia. Estamos más dispuestos a cooperar y a rendirnos a El. Reconocemos cuán desesperadamente necesitamos depender de El – y de su fortaleza, sabiduría y dirección.

Dios utiliza las pruebas para hacernos humildes y para examinar la consistencia de nuestra fe. (Dt 8:16). Además, utiliza las adversidades para recordarnos que todas las cosas buenas, éxitos, toda cosa fructífera nos vienen únicamente por la gracia de Dios en su gran amor y poder (Dt 8:17,18; Stg 1:17). Tengamos estas cosas en mente a fin de evitar que nuestra propia arrogancia nos haga pensar en alguna ocasión que el éxito que tenemos en el ministerio nos viene por nuestros propios esfuerzos. Pablo fue usado poderosamente por Dios. Sin embargo, sufría de un aguijón o prueba física que evitaba que no fuera a “exaltarse sobremanera” (2 Co 12:7-10).
A medida que Dios efectúa poderosas obras a través de nosotros, las pruebas nos recuerdan que no poseemos de fuerzas espirituales genuinas sino que nos vienen de parte de la gran gracia y capacitación divina.

Dios te continue bendiciendo

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